Ausencias:

Ausencias:

Mira peregrina ese castillo derruido que se eleva sobre la colina, 

que aún moribundo nos recuerda tiempos de gestas y lozanías.

Con sus torres mutiladas por siglos de abandono y soledades,
y murallas agrietadas que altaneras se niegan a ser derribadas.

Mira peregrina esos olivos que verdean caminos de tierra y arcilla,
y escucha como la susurrante brisa, danzarina, zarandea las olivas.

Mira peregrina, desde ese promontorio hecho de bondades y sueños,
las inmensas llanuras que buscan fronteras más allá del horizonte,
y escucha el canto y las voces con el que el silencio acompaña sus acordes,
y la letanía de aquel ilustre y enamorado hidalgo de cráneo privilegiado.

Y no te olvides, peregrina, de esa ciudad de cuento, rondada por el Tajo,
cortejada y seducida por tres galanes y los tres la enamoraron.

Y los tres la visten al alba y los tres la desnudan cuando descansa.

Mira peregrina, no te olvides del camino cuando tu corazón se apene,
por ausencias que hieren el alma, por zozobras que desgarran,
no te olvides peregrina del camino, cuando derrames tus lágrimas.

Un abrazo.