Fechado el 29 de octubre de 2016.
Es posible que no pueda escribir nada, pero, aun así, el
viaje para mí no pierde su aroma: leyendo, mirando de un lado a otro y
escuchando, conoceré y aprenderé muchas cosas.
Antón Chéjov.
9 AM. Saliendo de la Cruz en
Grado comenzamos a ascender hacía el santuario del Fresno. A medida que subimos
salimos de un extenso mar de niebla que queda majestuoso a nuestra
espalda.
10 AM Tras dos o tres repechos en
La Pelona (La verdad es que a esa hora, con la niebla hacía frío) comienza a
aparecer en un collado el Santuario del Fresno. La amabilidad de Crucita,
vecina del Fresno y la guardesa del
templo y, modestia aparte, las gestiones previas y las influencias de este
investigador, nos permiten una visita al interior. Merece la pena. Con el
permiso de Crucita abrimos la enorme puerta principal. Desde la penumbra del
interior la puerta enmarca un impresionante espectáculo presidido en primer
plano por una cruz de piedra y al fondo el mar de niebla que aún no se ha
disipado.
Bajamos hacia San Marcelo. Por
este lado, hacia el oeste, siempre hacia el oeste, siempre, siempre hacia el
oeste, también un manto de niebla tapa el fondo del valle de Cornellana. A lo
lejos, por encima de la niebla, se
adivinan las casas de La Espina. Allí llegaremos en diciembre.
12 AM: San Marcelo, bonito y
cuidado pueblo, y después Doriga, Iglesia de Santa Eulalia. A pesar de las
obras de la autopista el trayecto hasta
Casas del Puente se revela como un hermoso sendero que descendiendo deprisa
atraviesa un pequeño bosque. Enseguida, cruzando el puente sobre el Narcea,
Cornellana y su monasterio en un estado de lamentable abandono.
En uno de los escudos de piedra
de la fachada todavía puede verse el relieve de una osa que sostiene en brazos
a una criatura lactante. Es la infanta Cristina, hija de Bermudo II y la reina
Valesquita, fundadora del convento en el año 1024. El relieve en piedra
rememora la leyenda que sostiene que, en su niñez, la infanta, se había perdido
en un bosque en esta zona siendo amamantada por una osa. A este humilde
aprendiz de historiador le parece que mas que amamantarla parece que la va a
engullir de un bocado pero …. Para quien
no haya visto este escudo se le remite a la página:
Grado-SalasEntra
Bordeando el monasterio por la
izquierda comenzamos a subir a Sobrerriba. La mole del convento va quedando
abajo. Se puede observar que, al menos, la techumbre es nueva. El convento aún durará
otro poco.
Desde aquí el camino hasta Salas
es espectacular: bosque, fuentes, un enorme palomar en Villazón, y la Devesa
con su casa solariega y torre de enorme puerta en arco. Y en Salas carajitos. Y
visita guiada. ¿se puede pedir más?
Etapa 2: DATOS PARA LA
INVESTIGACIÓN:
El fantasmal ejercito
La niebla nos acompañó al
principio de la jornada. También habíamos tenido niebla al salir de Oviedo en
la 1era etapa. De nuevo niebla en el inicio de esta. Desde el santuario del
Fresno, mirando hacia atrás, una esposa niebla de la que parecía salir una
fuerte luz blanquecina se mantenía sobre el valle de Grado.
Este investigador ya creyó ver en
la anterior etapa, emboscados entre la niebla, a un reducido y “fantasmal ejército”
y un sequito de “pajes y seres encapuchados” en los alrededores de San Lázaro
de Paniceres a la salida de Oviedo.
(* Nota: Para ampliar este tema véase: El
Camino Primitivo, monumental y documentada obra de nuestro compañero Joaquín
Cañete. Publicada por fascículos: Da un clic en la concha)
De nuevo la niebla ahora. ¿Se
esconden en esa niebla los caballeros que acompañan al fantasmal Alfonso II en una
nueva peregrinación hacia Santiago? ¿Viaja otra vez en 2016 el rey Alfonso
camuflado en una nube de niebla hacia Santiago? ¿Acompaña el rey, escondido
entre nieblas, al grupo Caminamos en su camino? ¿Ocurre lo mismo que en Castroforte del Baralla,
pueblo que en determinadas situaciones puede flotar en el aire envuelto entre la
niebla y desaparecer de los mapas. (Torrente
Ballester, Saga/fuga de J.B.)
Etapa 2: DATOS PARA LA
INVESTIGACIÓN:
La mochila abandonada y sin dueño.
En la villa de Salas realizamos
una visita guiada a la Colegiata y Castillo de Valdés Salas. La visita fue muy interesante
y animada, para nada aburrida. Al principio vimos en las paredes mapas del
mundo al revés. Qué curioso, cambias la perspectiva y todo es diferente. El
guía de la visita resulto ser un entusiasta e inquieto polemista, discípulo de
nuestra querida compañera de camino Pepa Sanz. Este guía no rechazaba para nada
el cuerpo a cuerpo. Más bien lo intentaba provocar.
Durante la visita se produjo un
incidente que no puede pasarse por alto en esta Investigación. De repente
alguien empezó a preguntar insistentemente a los miembros del grupo si alguno
había dejado abandonada una mochila en la estatua que representa a una piragua
que trasporta un libro blanco, y que se encuentra expuesta en el exterior de la
torre del castillo.
Nadie era el dueño, nadie conocía
esa mochila. Una mochila abandonada, sin
dueño, en estos tiempos. ¡Qué susto! ¿Que contenía la mochila? ¿Un peligroso
artefacto? ¿Alguien pretendía volar la piragua de Guillermo Cubilla? Al final,
afortunadamente todo quedo en susto. Registrada la mochila, poco más que un par
de peligros calcetines ¡Usados! Contenía.
Hermoso camino este pero lleno de
sobresaltos y misterios.
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